Un airdrop criptomonedas, es una distribución gratuita de tokens digitales a billeteras de usuarios, generalmente para impulsar la adopción de un proyecto. Also known as distribución de tokens gratis, it es una estrategia común en el mundo DeFi, pero también es el principal caldo de cultivo para estafas.
La mayoría de los airdrops reales no te piden que envíes cripto ni que conectes tu billetera a sitios desconocidos. Si alguien te dice que debes pagar una tarifa para reclamar tu airdrop, ya es una estafa. Proyectos como BUNI airdrop, el programa de distribución de tokens de Bunicorn, un exchange descentralizado en Solana, sí existen, pero requieren cumplir pasos claros: interactuar con su protocolo, tener un historial de transacciones verificable y no usar herramientas de enmascaramiento. Por otro lado, proyectos como TOKAU ETERNAL BOND, un airdrop que promete recompensas de Tokyo AU sin ninguna presencia real en la web ni equipo identificable son pura ilusión. No hay código abierto, no hay equipo, no hay comunidad. Solo un sitio web con bonitos gráficos y promesas imposibles.
Lo que muchos no entienden es que los airdrops legítimos no vienen de anuncios en Telegram o Twitter. Vienen de proyectos que ya tienen un producto funcional, una comunidad activa y transparencia en su código. Si no encuentras el whitepaper, el contrato inteligente en Etherscan o un equipo con nombres y perfiles de LinkedIn, desconfía. En 2025, los estafadores se han vuelto más sofisticados, pero las señales de alerta siguen siendo las mismas: pide dinero, exige acceso a tu billetera, o promete ganancias rápidas sin esfuerzo. Aquí encontrarás análisis reales de airdrops que sí valen la pena, y también las razones por las que otros son peligrosos. No te dejemos caer en la trampa.
No existe un airdrop oficial de RACA × Cambridge. Todo lo que circula son rumores o estafas. Aquí te explicamos qué es RACA, por qué este rumor es falso y cómo identificar airdrops reales en 2025.
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