Las criptomonedas en China, activos digitales que operan fuera del control del Banco Popular de China. También conocidas como monedas descentralizadas, son ilegales para transacciones y minería, pero no para posesión privada. A pesar de la prohibición, millones de personas las usan de forma subterránea, pagando hasta un 80% más que en el mercado global.
El gobierno chino no permite que las criptomonedas se usen como pago, ni que se minen en gran escala. En 2021, cerró todas las minas de Bitcoin y bloqueó exchanges como Binance y Huobi dentro del país. Pero eso no acabó con el uso. En su lugar, surgió un mercado negro cripto, redes informales donde se compran y venden criptomonedas en efectivo o a través de P2P con altas primas por riesgo. En ciudades como Shenzhen o Chengdu, la gente usa apps como WeChat o QQ para coordinar intercambios con intermediarios que cobran comisiones altas por facilitar la operación. El Bitcoin, la criptomoneda más usada en este mercado ilegal. es el que más se negocia, porque es el más líquido y reconocido. Algunos lo compran para proteger su ahorro de la inflación local, otros lo usan para enviar dinero al extranjero sin pasar por los canales bancarios controlados.
La prohibición no es absoluta. Los chinos pueden poseer criptomonedas en billeteras personales, siempre que no las usen para pagar servicios o bienes. Pero si intentas comprarlas en una plataforma local, te bloquean la cuenta. Si intentas minar, te cierran la electricidad. Por eso, muchos recurren a prima ilegal, el extra que pagan por tener acceso a criptomonedas en un mercado restringido. En China, un Bitcoin puede costar 20-80% más que en EE.UU. o Europa. Ese diferencial no es por demanda real, sino por el riesgo de ser descubierto. Hay gente que gana dinero comprando en el extranjero y revendiendo en China, pero si te atrapan, puedes perder tu dinero y hasta enfrentar sanciones.
Lo que ves en los medios es una historia de prohibición total. La realidad es más compleja: es una batalla entre control estatal y necesidad individual. La gente no deja de usar criptomonedas porque las necesitan. Las usa, pero en silencio, con cuidado, y pagando un precio alto por hacerlo. Si quieres entender cómo funciona el ecosistema cripto en China, no mires las leyes. Mira lo que pasa en los grupos de WhatsApp, en los mercados locales de intercambio en efectivo, y en los precios que nadie publica.
Lo que encontrarás aquí son guías reales sobre cómo se mueve el mercado subterráneo, qué riesgos corren los usuarios, cómo se evitan las estafas en entornos sin regulación, y por qué algunos proyectos que parecen desaparecidos en Occidente siguen vivos en las sombras de China. No hay teorías ni especulaciones. Solo lo que está pasando, en palabras de quienes lo viven.
En 2025, transferir Bitcoin desde China es ilegal. La prohibición total incluye posesión, intercambio y envío al extranjero. No hay excepciones legales ni métodos seguros. El e-CNY es la única alternativa digital autorizada.
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