El futuro de los sistemas electorales basados en blockchain

El futuro de los sistemas electorales basados en blockchain

nov, 13 2025

Calculadora de Escalabilidad para Votación Blockchain

¿Cómo funciona?

Esta calculadora estima si un sistema blockchain puede procesar una elección de un tamaño específico. Basado en la información del artículo, Ethereum maneja solo 15 transacciones por segundo, mientras que una elección nacional con 10 millones de votantes requeriría al menos 10,000 transacciones por segundo.

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Información clave

Según el artículo, Ethereum maneja solo 15 TPS (transacciones por segundo). Para una elección nacional de 10 millones de votantes, se necesitarían al menos 10,000 TPS.

En 2024, Colorado realizó una prueba con 12,347 votos sin incidentes. Este ejemplo demuestra que el sistema funciona en escalas pequeñas, pero no en nacionales.

Advertencia

La escalabilidad no es el único desafío. El artículo señala que aunque tecnológicamente posible, hay otros problemas como la autenticación, la educación ciudadana y la inclusión digital que también afectan la viabilidad de los sistemas blockchain para votación.

¿Puede el blockchain cambiar cómo votamos?

Imagina que votas desde tu teléfono, y al día siguiente, puedes verificar con total certeza que tu voto fue contado, sin que nadie supiera cómo lo hiciste. No es ciencia ficción. Ya se está probando en algunos lugares del mundo. El blockchain electoral promete transparencia, seguridad y verificabilidad sin precedentes. Pero no es la solución mágica que muchos imaginan. Tiene ventajas reales, pero también problemas profundos que aún no se han resuelto.

En 2024, Colorado realizó una prueba piloto con 12,347 votos a través de blockchain. Ningún incidente de seguridad. Todos los votos fueron auditables al 100%. En Estonia, desde 2005, casi la mitad de los votantes ya usan un sistema digital -aunque no es puro blockchain- y lo hacen desde cualquier parte del mundo. Estos no son experimentos aislados. Son señales de que algo está cambiando. Pero el cambio no es rápido, ni fácil.

¿Cómo funciona un sistema de votación con blockchain?

Un sistema de votación basado en blockchain no guarda tus votos en un servidor centralizado, como lo hacen las máquinas electrónicas tradicionales. En su lugar, cada voto se convierte en una transacción registrada en una cadena de bloques distribuida. Eso significa que miles de computadoras en diferentes lugares verifican y almacenan esa información simultáneamente. Si alguien intenta alterar un voto, la red lo rechaza automáticamente.

El proceso tiene cinco partes clave:

  1. Verificación de identidad: Los votantes se autentican con certificados digitales o biometría, no con contraseñas frágiles.
  2. Registro en blockchain: El voto se graba en una cadena inmutable usando contratos inteligentes (smart contracts) escritos en Solidity, el lenguaje de Ethereum.
  3. Anonimato garantizado: Técnicas como pruebas de conocimiento cero (zero-knowledge proofs) permiten confirmar que eres elegible sin revelar tu identidad ni tu elección.
  4. Interfaz accesible: Puedes votar desde una app en tu móvil o desde un navegador web.
  5. Verificación pública: Cualquiera puede revisar que el recuento final coincide con los votos registrados, sin ver quién votó qué.

El tiempo de confirmación es rápido: entre 15 y 30 segundos en pruebas de red. Y puedes verificar tu voto en menos de dos minutos. Esto contrasta con los sistemas tradicionales, donde la verificación puede tomar días, o nunca suceder.

¿Por qué es mejor que las máquinas de votación electrónica?

Las máquinas de votación electrónica (EVMs) usadas en EE.UU. desde los años 2000 son vulnerables. Son sistemas cerrados, con software propietario, y un solo punto de fallo. En 2016, ya hubo preocupaciones reales sobre su seguridad. Si alguien accede al servidor central, puede manipular miles de votos sin dejar rastro.

El blockchain elimina ese riesgo. Al distribuir los datos entre cientos de nodos, reduce el área de ataque en un 73%, según estudios de AIP Publishing (2024). Además, mientras que las EVMs solo permiten que los técnicos verifiquen los resultados, el blockchain permite que cualquier ciudadano, con conocimientos básicos, revise que su voto fue contado correctamente. No necesitas confiar en un gobierno o en una empresa. Puedes verificarlo tú mismo.

Comparado con plataformas de votación por internet como la de Suiza, el blockchain ofrece registros inmutables al 100%. Las otras plataformas logran un 92% de integridad. Esa diferencia puede parecer pequeña, pero en elecciones donde el margen es de cientos de votos, es decisiva.

Una mujer mayor verifica su voto digital en una tablet, junto a una papeleta de papel.

¿Cuáles son los mayores problemas?

No todo es perfecto. El mayor obstáculo es la escala. Ethereum, la red más usada para estos sistemas, maneja solo 15 transacciones por segundo. Para una elección nacional con 10 millones de votantes, necesitarías al menos 10,000 transacciones por segundo. Eso no es posible hoy.

En 2020, West Virginia probó un sistema móvil con blockchain. Solo 144 personas votaron. En Sierra Leone, en 2018, el 87% de los participantes elogiaron la transparencia, pero el 63% dijo que no entendían cómo funcionaba. La complejidad tecnológica excluye a muchos: personas mayores, comunidades rurales, quienes no tienen acceso a internet estable o no saben usar apps.

Otro problema es la autenticación. ¿Cómo sabes que quien vota es realmente la persona que dice ser? Si alguien roba tu certificado digital o te presiona para votar bajo coacción, el blockchain no lo impide. La tecnología no resuelve problemas sociales. Solo los registra.

Además, los costos son altos. Un piloto nacional puede costar entre $500,000 y $2 millones. Un sistema de votación por internet tradicional cuesta alrededor de $200,000. Y el tiempo de implementación es de 6 a 12 meses. Las elecciones no pueden esperar tanto.

¿Dónde ya se usa y qué aprendimos?

El uso real del blockchain en votación está lejos de ser masivo. Pero hay casos concretos que enseñan mucho:

  • Estonia: El líder mundial en votación digital. 44% de votos en 2019 fueron electrónicos. No es blockchain puro, pero sí una base sólida. La clave: combinan identidad digital nacional con auditorías independientes.
  • Nasdaq Linq: Usa blockchain para votaciones de accionistas desde 2015. Ha procesado más de 10,000 votos al año. Transparente, rápido, y sin errores.
  • Colorado, 2024: Primera prueba en EE.UU. con resultados auditables y cero incidentes. Votaron 12,347 personas. La clave: solo para votantes ausentes, no para votación general.
  • World Economic Forum: Lanzó en 2023 un consorcio con 47 países para estandarizar sistemas de votación con blockchain. Esto podría facilitar la adopción en la UE y otros bloques.

Lo que aprendimos: el blockchain funciona mejor en entornos controlados -votación corporativa, votación de expatriados, votación militar- donde la conveniencia y la seguridad son más valiosas que la simplicidad.

Ciudadanos examinan un recibo impreso junto a una pared de blockchain luminosa.

¿Qué dice la tecnología y la normativa?

La tecnología avanza. En septiembre de 2022, Ethereum cambió su mecanismo de consenso a prueba de participación (proof-of-stake). Consumió un 99.95% menos de energía. Eso hace que el blockchain sea más sostenible y viable para aplicaciones masivas.

En la normativa, hay cambios importantes. La Unión Europea aprobó eIDAS 2.0, que entrará en vigor en junio de 2026. Este marco establecerá certificaciones obligatorias para sistemas de votación digital, incluyendo blockchain. Será un impulso clave para la adopción en países como España, Francia o Alemania.

En Estados Unidos, la Comisión de Asistencia Electoral (EAC) prohíbe el uso de blockchain en elecciones federales. La razón: el NIST (Instituto Nacional de Estándares y Tecnología) concluyó en marzo de 2024 que "ningún sistema actual cumple con los estándares federales de seguridad". Es una advertencia clara: la tecnología no está lista para lo más importante.

¿Qué viene después?

El futuro no es un sistema completamente blockchain. Es un híbrido. La investigación del MIT ya está probando sistemas "end-to-end verificables". El votante recibe un código que le permite confirmar que su voto fue contado, sin revelar su elección. Y al final, se imprime un comprobante de papel que se guarda como respaldo. Es una mezcla de lo mejor de ambos mundos: la verificabilidad digital y la seguridad física.

La adopción será gradual. Primero, para votantes que viven fuera del país. Luego, para votantes con discapacidad. Después, para elecciones locales y municipales. Y quizás, dentro de 10 o 15 años, para elecciones nacionales. Pero solo si se resuelven los problemas de escalabilidad, educación y confianza.

El blockchain no reemplazará las papeletas de papel mañana. Pero sí puede convertirse en su complemento más seguro, transparente y confiable. El verdadero desafío no es técnico. Es humano: enseñar a la gente a confiar en algo que no entienden, y hacerlo sin dejar a nadie atrás.

¿Qué tan probable es que funcione?

Las predicciones varían. Gartner dice que para 2030, el 15% de las elecciones nacionales usarán algún componente de blockchain. Forrester dice que será solo para casos específicos, como votación corporativa. MarketsandMarkets estima que el mercado crecerá de $187.5 millones en 2023 a $1,200 millones en 2028. Eso indica que hay interés, inversión y demanda.

Pero la clave no está en el dinero. Está en la confianza. Si los votantes no creen que el sistema es justo, ni que pueden entenderlo, no lo usarán. Y si los expertos en seguridad siguen diciendo que introduce más riesgos que soluciones, los gobiernos no se arriesgarán.

La historia reciente nos enseña que la tecnología no gana por ser más avanzada. Gana por ser más confiable, más simple, y más accesible. El blockchain electoral tiene potencial. Pero no es una revolución. Es una evolución lenta, cuidadosa, y necesaria.

¿Qué países ya usan blockchain para votar?

No hay ningún país que use blockchain como sistema principal de votación nacional. Estonia tiene el sistema digital más avanzado, pero no es puro blockchain. Pruebas piloto se han hecho en Colorado (EE.UU.), Sierra Leone, y en votaciones corporativas como las de Nasdaq. En Suiza, algunos cantones permiten votación digital con componentes blockchain bajo regulación estricta.

¿Es más seguro que votar en persona con papeletas?

En términos de manipulación de resultados, sí. El blockchain impide alterar votos después de enviados, y permite auditorías públicas. Pero en seguridad física, no. Una papeleta en una urna no puede ser hackeada. El blockchain introduce nuevos riesgos: ataques a aplicaciones móviles, phishing, o suplantación de identidad digital. No es más seguro en todos los aspectos, pero sí en la verificabilidad.

¿Puedo verificar mi voto si uso blockchain?

Sí, y eso es lo más revolucionario. Algunos sistemas te dan un código único después de votar. Con ese código, puedes ir a una página pública y confirmar que tu voto fue registrado y contado, sin que nadie sepa qué votaste. Es como tener un recibo de compra que no revela qué compraste.

¿Por qué no se usa en España o en la UE aún?

Porque no cumple los estándares de seguridad que exige la Unión Europea. Aunque eIDAS 2.0 entrará en vigor en 2026 y creará un marco de certificación, hasta ahora no hay ningún sistema blockchain aprobado para elecciones nacionales. España y otros países prefieren esperar, probar más, y evitar riesgos en un proceso tan crítico como el voto.

¿Es el blockchain más caro que otros sistemas digitales?

Sí, mucho más. Un sistema de votación por internet tradicional cuesta alrededor de $200,000. Un piloto con blockchain puede costar entre $500,000 y $2 millones. La diferencia está en la infraestructura: necesitas nodos distribuidos, contratos inteligentes, sistemas de autenticación avanzada y capacitación para funcionarios. El costo es alto, pero el beneficio es transparencia total.

¿Qué pasa si mi internet se cae mientras voto?

En sistemas bien diseñados, tu voto se guarda temporalmente en tu dispositivo hasta que la conexión se restablezca. Si no puedes volver a conectarte, tienes derecho a votar en persona en un centro autorizado, como si fuera una papeleta de respaldo. El blockchain no elimina los mecanismos de contingencia; los complementa.

¿El blockchain puede prevenir el voto múltiple?

Sí, y eso es una de sus mayores fortalezas. Cada votante se autentica una sola vez con un certificado digital único. El contrato inteligente registra que ya votaste y rechaza cualquier intento de votar de nuevo. Esto es más confiable que los sistemas actuales, donde se usan listas de votantes que pueden tener errores o ser manipuladas.

¿Pueden los hackers manipular el resultado si controlan algunos nodos?

No, si el sistema está bien diseñado. Blockchain funciona con consenso. Para alterar un voto, un atacante tendría que controlar más del 51% de los nodos simultáneamente -algo casi imposible en redes grandes y distribuidas. Además, cada voto está cifrado y firmado digitalmente. Incluso si alguien controla un nodo, no puede cambiar el contenido del voto sin ser detectado.