La votación blockchain, un mecanismo que permite a los usuarios de una red decidir colectivamente sobre cambios en su protocolo sin depender de una empresa o autoridad central. También conocida como gobierno descentralizado, es la base de cómo funcionan los DAOs, organizaciones autónomas descentralizadas donde las decisiones se toman por votación de los poseedores de tokens. Sin esta herramienta, proyectos como Uniswap o Aave no podrían actualizar sus reglas, cambiar tarifas ni asignar fondos sin pedir permiso a alguien.
En una votación blockchain, cada voto está ligado a la cantidad de tokens que posees en la red. Si tienes 100 tokens de gobernanza, tienes 100 votos. Esto no es un sorteo ni un sistema de "uno por persona"—es un sistema de peso económico. Los que más tienen, más deciden. Pero no siempre es malo: los grandes tenedores suelen ser los que más invirtieron en el proyecto y tienen más interés en que funcione bien. El problema viene cuando unos pocos controlan más del 50% de los tokens y pueden imponer cambios que perjudican a los pequeños. Por eso, muchos protocolos ahora usan tokens de gobernanza, activos específicos que solo sirven para votar, no para operar o especular, para evitar que los traders compran y vendan votos como si fueran acciones.
Las votaciones blockchain no son solo para cambiar reglas: deciden qué proyectos recibirán fondos, cómo se usan los tesoros de la red, o incluso si se elimina una función peligrosa. En 2023, un protocolo DeFi como Curve tuvo que votar para decidir si reestructurar su sistema de recompensas tras una caída en la liquidez. Sin votación, eso habría sido una decisión de un solo CEO. Hoy, es una decisión de miles de usuarios. Pero no todas las votaciones son justas. Algunas son trampa: solo se vota si hay quórum, y si nadie participa, el equipo sigue haciendo lo que quiere. Otras usan sistemas de "voto delegado", donde puedes dar tu voto a alguien más—y a veces, ese alguien es un fondo de inversión que no tiene nada que ver con la comunidad.
Si estás en DeFi, no puedes ignorar las votaciones. Porque cada vez que un protocolo lanza una propuesta, estás siendo invitado a decidir si tu dinero sigue siendo seguro, si las tarifas suben o si se cambia la forma en que ganas interés. No es solo un detalle técnico: es tu poder real. Y si no votas, estás dejando que otros decidan por ti. En este conjunto de artículos, encontrarás explicaciones claras de cómo funcionan las votaciones en protocolos reales, qué tokens usan, qué riesgos tienen, y cómo identificar las propuestas que realmente valen la pena apoyar—o rechazar.
El blockchain electoral ofrece transparencia y verificabilidad en las votaciones, pero aún enfrenta desafíos de escala, costos y adopción. Pruebas piloto en Colorado y Estonia muestran su potencial, pero no reemplazará las papeletas de papel pronto.
Leer más